Ética y Rotarismo

Hace unas semanas tuvimos la oportunidad, en el marco del XXXVII Instituto Rotario de la zona 21-A, de poder dialogar e intercambiar ideas acerca de un tema por demás apasionante y de suma importancia, “Ética y el futuro de Rotary”. Tema que en esa ocasión pudimos apenas darle unas pinceladas, por lo corto del tiempo, pero que ojalá pudiéramos dedicarle todo un instituto, que bien lo vale.

Pero el día de hoy, quiero dirigir la reflexión más en la óptica que marcó el PGD 4270 Luis Alberto Gámez Araujo, sobre la problemática de la imagen que proyectamos internacionalmente y lo que somos en realidad, sobre la importancia de mejorar el producto más que la imagen del mismo y que sea el producto la fortaleza de la imagen.

Para poder adentrarnos al tema, empezaremos recordando un poco el significado de la palabra ética, pero sin convertir tampoco esta reflexión en una clase de filosofía.

El término “ética” viene del griego ethos o ethó, palabra que puede escribirse de dos maneras: con eta (la “e” larga del alfabeto griego) y con épsilon (la “e” breve del mismo alfabeto)

Ethos con “eta” significa la morada, el abrigo permanente tanto para animales (establo) como para el hombre (casa).  En el ámbito de la totalidad de la naturaleza el ser humano delimita una parcela y hace en ella su morada.  Ésta no viene dada por la naturaleza, ésta es la obra de la cultura.  Este Ethos no es una realidad acabada, es algo abierto, algo hecho, rehecho y evolutivo.  Este Ethos se traduce en Ética en el entendido de vivir bien, habitar bien; donde el centro de este “Ethos” es el bien.

Si pensáramos en un “Ethos Global”, en este significado hablaríamos de poder concebir todo el planeta, tan cómodamente habitable para todos, como la propia casa.

Por otro lado tenemos el Ethos con  “épsilon”; que está relacionado más con la moral del comportamiento humano.  Aquí tenemos una ética que tiene que ver con el conjunto de valores y principios ordenados a un fin; la felicidad del ser humano, esto es, su autorrealización en su dimensión personal y social.

Poniéndolos unidos podríamos resumir que, ética es el conjunto de valores y principios que tienen como propósito hacer de la morada humana y del medio social, algo sostenible, autónomo y habitable para todos, algo por tanto bueno y causa de felicidad.

Después de este breve paso por la ética adentrémonos entonces en el rotarismo y su base fundamental en la misma.

Primero que nada, tenemos que poner como punto de partida que la ética, solo se dará en la persona, si existe un proyecto de vida, si hay una opción fundamental de vida.  Sin este punto de partida no podríamos esperar un comportamiento coherente y previsible.

En Rotary, este proyecto de vida está en El Objetivo Rotario:  “Estimular y fomentar el ideal de Servicio (o servicio ideal) como base de toda empresa digna”

Aquí se encuentra resumido el comportamiento coherente y previsible que se espera de un rotario, hacer todo de la manera ideal para utilidad de los demás.  En pocas palabras,” servir de manera ideal en el proyecto eterno de Dios.”

Si nos adentramos todavía más en el sentido de existencia del hombre y nos apoyamos en la máxima concepción de su dimensión, que es la cristológica, tendríamos como centro de nuestro actuar el Amor.  El amor como base, valor y principio de máxima expresión  del ser humano.  Expresión ética que una de las particularidades del objetivo rotario nos marca observar en nuestras actividades profesionales y empresariales, donde tal vez más escasea.  Tendríamos aquí el bien aplicar la expresión de San Agustín de: “Ama y haz lo que quieras”, y se podría aceptar como el servicio ideal.

Si queremos hablar de ética y rotarismo, tenemos que entender todo el gran valor de ética que encierra nuestro objetivo como: Resumen del conjunto de valores y principios que marca un camino para poder hacer de este mundo, un lugar habitable para todos y donde podamos ser felices todos.

En
donde no nos excluimos por credo, raza o cultura.

Es aquí donde encontramos la unión entre ética y rotarismo y la gran importancia de la misma.  Y aquí donde tendríamos que cuestionarnos muchas cosas incomprensibles dentro de rotary, donde suponemos que somos clubes compuestos por personas éticas que se rigen por el amor para servir al proyecto eterno de Dios; y resultan incoherentes muchas de nuestras actuaciones, como por ejemplo, el gran descuido de nuestro programa de intercambio de jóvenes y la fundación rotaria.

Si en realidad fuéramos éticos, tendríamos la óptica, que cantaba Serrat, de que: “cada niño es el tuyo y cada hembra tu mujer”, y trataríamos a cada joven con el amor y cariño que lo hacemos con nuestros hijos, y no con la irresponsabilidad con la que actualmente lo hacemos muchos clubes en el mundo rotario.  No pensaríamos en participar en cualquier parte del proceso del abuso de una mujer, y mucho menos, en atentar contra su dignidad.

No estaríamos pensando que la Cruz Roja, o la Unicef, o Cáritas, o cualquier otra organización, es una competencia para nuestra fundación, ni que ésta tiene que ser la más grande y la más importante; ya que para nosotros no es un fin, es una herramienta para estimular y fomentar, en la sociedad, el cuidado y ocupación por el más necesitado, el excluido y el pobre entre los pobres, como base de la solución de poder crear un mundo habitable para todos , una verdadera morada donde todos podamos ser felices.  Es entender que el cuidado del otro es necesario para poder pensar en un mundo en paz y que el vivir en una forma que no incluya a los demás, es inaceptable en la vida de un verdadero ser humano.  No el ver quien socorre más personas, como si fuese competencia.

En fin, que en este rumbo, el tema puede ser muy largo y agotador.  Sólo quiero resumir, que tal vez tendríamos que analizar, si el problema está en que hemos dejado de creer en nuestro objetivo como opción de vida atractiva.  Si estamos buscando darle valor a Rotary a través del uso de figuras públicas famosas y queremos asociarnos con ellos, o hacerlos socios, aunque sea honorarios, para poder ser atractivos.

Sí, tristemente, tal vez descubrimos que vivir una vida basada en el ideal de servicio no es lo suficientemente atractiva para nosotros y para sumar buenas  voluntades. Que recurrimos a figuras o modelos de moda, que lo único que harán es atraer gente que sirve porque está de moda, por no tener fe en nuestro objetivo como opción de vida.

Habría que analizar, no solo que el producto a publicitar sea el adecuado y cumpla con la imagen que se expone.  Tendríamos que analizar también, qué imagen estamos proyectando, porque tal vez no sea la adecuada para nuestra organización.  A menos que hayamos cambiado de objetivo y yo no esté enterado.

Bueno, siempre hablar de Ética conlleva el sumergirse en un mar de ideas y reflexiones que parecería interminable.

Solo terminaré este artículo con la misma idea que plateó Lucho.  Tenemos definitivamente que mejorar nuestra calidad como socios rotarios para ser más atractivos para sumar buenas voluntades, pero también tenemos que corregir el rumbo de la organización en muchos aspectos y proyectar lo que realmente debemos ser.

Señores rotarios y funcionarios de Rotary, despertemos del adormilamiento que da el dulce encanto de la vanidad, que las peras son manzanas y éstas, están empezando a oler mal.

Santiago Ancona
PGD  4200